sábado, 17 de mayo de 2014

Hoy, ¡ha estallado!

Estaba claro que le había exigido demasiado, que su generación no estaba preparada para las nuevas tecnologías, pero a pesar de eso seguía fiel, generoso y sufrido, prestando todos los servicios que se me antojaban.

Había llegado a mi casa de la mano de mi madre, hace mas de 30 años, humilde, sencillo y útil, y enseguida me habitué a su presencia aunque reconozco que al poco me dejé llevar por las modas y empezó a parecerme un poco "paleto".

Era época de cambios y sus congéneres lucían mucho mas vistosos y coloridos, así que pronto le relegué a tareas auxiliares y de segunda fila y aunque su trabajo fuera el más duro, siempre permanecía en la sombra, en la cocina, mientras que en el comedor lucía sus galas su rival.

Hoy, después de esos 30 años de servicio callado, de lavavajillas y microondas para los que no estaba hecho, mi plato de duralex no ha podido más y ha estallado en el microondas, se ha ido a lo grande, y se ha llevado por delante la pechuga de pavo que le iba a dar a Roma para cenar.


Hoy me siento un poco más huérfana.


P.D. La ley es dura pero es la ley (Frase aprovechada por un fabricante francés de vidrios para hacer su marca Duralex)


Maridín me ha dejado intrigada y he hecho una búsqueda en Google, eso me ha llevado a esta página sobre los usos del microondas que os recomiendo encarecidamente, yo estoy llorando de risa.....

http://www.sedice.com/modules.php?name=Forums&file=viewtopic&p=13126

domingo, 11 de mayo de 2014

Tonta, pero tooontaaa, ¡¡¡TOOONTAAAAAA!!!

No me digais que no son monos
Habíamos comido estupendamente: ensaladas, unas riquísimas  hamburguesas de Kobe, postres dulces y claro nos pedimos unos cafes y floritos varios para hacer la digestión. Una de mis amigas derramó accidentalmente unas gotas de café sobre mi recién estrenado pantalón blanco de loneta y pasó un mal rato temiendo haber echado a perder la prenda, así que no me quedó mas remedio que contarle esta historia para quitarle hierro al asunto. 

¿Recordais la pelicula "Cocodrilo Dandee" cuanto el prota dice aquello de "eso no es un cuchillo...¡esto es un cuchillo!" y desenvaina pedazo de hierro ante el presunto atracador? Bueno, pues eso mas o menos le dije a mi amiga cuando se lamentaba: "Es que te he echado a perder el pantalón", yo le dije que echar a perder un pantalón era otra cosa....

Reconozco que mi última tontería ( la penultima seguramente) me ha costado reconocerla y hacerla pública aún aquí, en mi circulo de confianza. Reconozco que si no es por el tema del café en el pantalón no hubiera contado nada, así que os pido discrección y que esta historia no salga de aquí.

Ya os había contado hace unos meses que me gusta ir a hacer la compra de viandas a un centro comercial porque de paso veo los  escaparates de los comercios de moda y siempre cae algo, pero en el pecado está la penitencia..


Esta primavera se me habían antojado unos pantalones amplios de color blanco roto y cada vez que pasaba por el centro comercial entraba en Zara, Massimo Dutti, etc. por si los tenían en la tienda.
En Zara había visto varios modelos del color que quería pero en versión pitillo, así que estaba esperando con la seguridad de que en algún momento recibirian lo que yo esperaba, ... y sí....
Hace cosa de dos meses lo encontré, perfecto, era exactamento lo que quería, así que lo compré y más feliz que una perdiz, seguí con mi carro, en el que colgué la bolsa de Zara para hacer en el hiper el resto de compras previstas.
¿Veis el ganchito para colgar las bolsas?


 Media hora después, de vuelta a casa, vaciaba el  maletero del coche con mis compritas y al momento me doy cuenta de que la bolsa de Zara con mi maravilloso pantalón....¡no está en el coche! ¡¡¡¡¡!!!!! ¿¿¿¿????

Unos segundos de reflexión y ejercio de memoria urgente (¡a buenas horas!) y llego a la conclusión evidente de que: ¡me he dejado la bolsa con el dichoso pantalón en el carrito!

Vuelta al centro comercial a toda prisa y a revisar el parking de carros donde había devuelto el mío, con la esperanza, jajaja, de que en tan poco tiempo (ida y vuelta menos de 15 minutos) y siendo un lúnes a la mañana, nadie hubiera encontrado mi querido pantalón.



Pero no, no tuve suerte, la bolsa no estaba, había una chica cerca con una bolsa similar a la mía y hablando por teléfono que me dió que pensar, pero...
 
Me encontré con una amiga y al contarle el tema, y por nuestros gestos, se nos acercó, muy amable, un empleado de mantenimiento del Centro que me recomendó acudir al punto de información por si alguien hubiera encontrado la bolsa y la hubiera devuelto, también me acerqué a Zara para preguntarles lo mismo.

Pero nada, que no apareció y además tengo que confesaros que en el colmo de la estulticia, contra mi costumbre de pagar con tarjeta, esta vez había pagado en metálico y para más coña, había metido el ticket en la bolsa, es decir, que quien lo encontró no tuvo que preocuparse siquiera de si le gustaba o le valía el pantalón, solo tenía que acercarse a cualquier tienda de Zara a devolverlo y le darían 39,95 € en mano.

Mi amiga me recomendaba que volviera a comprar el mismo pantalón, pero yo me niego, me parecería que había pagado 80 € por el dichoso pantalón y además siempre me recordaría mi estupidez.

Ahora ando dudando entre estos pantalones de Mango, que son más baratos o llevar a arreglar un pantalón que tengo, ideal con una caida fantástica, del tono y la hechura que quiero, pero que se me ha quedado grande, creo que es lo más sensato.

Como sabeis que me gusta sacar conclusiones de mis tonterias, creo que esta vez son evidentes: hay que estar más atento a nuestras bolsas, y sobre todo, si compras algo, y más si pagas en metálico, no metas ¡NUNCA, NUNCA! el ticket en la bolsa con la prenda.

P.D. Lo que no es de recibo, es que hace más de un mes que en el escaparate de Zara tienen el pantalon de las narices y no lo cambian ¿será el mio?